Proyecto EmocionArte. La gestión emocional a través de la expresión artística

Con el coronavirus llegó la incertidumbre, el miedo, la falta de control, la sensación de pequeñez…multitud de pensamientos, nuevas vivencias, muchas emociones a flor de piel. Y son precisamente estas, las que nos han hecho salir a flote, hundirnos, enfadarnos. Nos han hecho llorar juntos, también reír juntos. Han sido tantas y tan intensas que se han convertido en protagonistas de nuestras vidas y también de nuestro curso, por eso han protagonizado muchos momentos de nuestro día a día en todas las etapas, desde los más pequeños de Infantil hasta los mayores de Bachillerato.

A través de diferentes técnicas artísticas, hemos dado luz a nuestros sentimientos e identificado emociones tratando de ordenar nuestro interior y dando nombre a todo lo que nos estaba ocurriendo.

La pandemia no nos ha dejado indiferentes, por eso nos hemos apoyado en el dibujo, la música, el teatro, la escultura, fotografía o el mimo, para ponerle nombre y apellidos a los sentimientos y poder vivir sin miedo.

Los peques de Infantil trabajaron mediante los colores la expresión de las emociones, siendo las tizas y otros materiales los instrumentos empleados para asociar cada color con una emoción e irlas identificando.

Por su parte, los alumnos de 3-6, comenzaron su trabajo observando las flores, los árboles, las nubes y otros objetos del entorno, expresando después en preciosos lienzos lo que el contacto con la naturaleza les había suscitado.

En la etapa de Primaria, se apostó por la representación artística de las emociones a través del drama, la música y la plástica, De ese modo, en drama, cada curso realizó una representación sobre las emociones utilizando la expresión corporal, el mimo, el micro teatro, el circo, el teatro musical y el teatro de texto. En plástica se trabajaron las texturas táctiles, visuales, el color y el dibujo. A través de la música, se puso banda sonora a cada una de las obras resultantes de trabajar cada emoción.

En la etapa de Secundaria, el trabajo fue fotográfico. Partiendo de la lectura del libro, “Sucederá la flor” de Jesús Montiel, se realizó una reflexión sobre los mensajes del poeta granadino y lo que habían suscitado en los alumnos que lo expresaron con originales fotografías llenas de emoción y sentimiento. Su exposición, da vida a la entrada principal del colegio donde podemos encontrar también el trabajo realizado por los alumnos de Bachillerato, titulado “Anchor of Hope”. Una representación escultórica inspirada en la realidad de la migración y que tiene su origen en el naufragio de Lampedusa ocurrido el 3 de octubre de 2013. El proceso creativo realizado hasta llegar a la obra final, ha supuesto también un profundo recorrido por la realidad y los sentimientos que esta nos despierta.

Con la gestión emocional como centro de este excepcional curso, ponemos punto y final a muchos meses de trabajo, esfuerzo, alegrías, algunas tristezas, pero sobre todo de vida.

Enhorabuena alumnos y profes por este precioso trabajo de introspección a través de la belleza que nos proporciona el arte.

En todo amar y servir.