Con la imposición de la ceniza, comienza un periodo litúrgico que nos prepara para la Semana Santa. Un tiempo en el que conmemoramos la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo.
La imposición de la ceniza, abre paso a cuarenta días de espera y oración donde tomar conciencia de nuestra debilidad y de la necesidad del encuentro con el Señor.