El último encuentro organizado para conocer a Joseph Ratzinger, contó con el Rector de la Universidad San Dámaso, D. Javier Prades.
«No avanzamos en el conocimiento si no nos mueve el amor, ni amamos algo si no nos mueve la racionalidad», decía Prades al hilo del lema de la sesión.
Una sesión que apeló a la imponente capacidad de escucha que tenía Benedicto y que le sirvió para escuchar a los grandes adversarios de la fe y apelar a ellos en sus encíclicas, poniendo de manifiesto que las «Sagradas Escrituras no mienten».
Benedicto consiguió como nadie potenciar la inteligencia, consiguiendo tocar el interés.
Es imposible disociar la inteligencia de las emociones.