Al inicio del curso se nos planteó un proyecto, algo muy bonito. Nos dieron la oportunidad de dejar nuestra huella en el colegio a través de diferentes diseños que podíamos plasmar en las columnas del patio.
Tras valorar un gran abanico de temáticas, nos decantamos por El Principito, un libro comúnmente destinado para niños, pero que al leerlo nos dimos cuenta de que es mucho más y encontramos muchas similitudes entre este personaje y nosotros.
Desde que llegamos al colegio se nos planteó un concepto educativo distinto y novedoso, basado en el acompañamiento y en la relación. Por ello, el Principito es un gran símbolo de esto. Este intrépido personaje emprende una búsqueda hacia el futuro. Eso evocó en nosotros una empatía incondicional ya que nos veíamos reflejados en él y compartíamos el deseo de esperanza y progreso personal.
A la hora de plantear el concepto de distribución, hicimos una lluvia de ideas y sacamos grandes temas y preocupaciones que a día de hoy, seguimos teniendo como el sentimiento constante de búsqueda producido por la inquietud vital o el paso del tiempo. Estos tópicos están enmarcados entre un amanecer, que simboliza el inicio de nuestro camino y el ocaso que simboliza el final y la apertura hacia un nuevo horizonte.
Eso es algo que en este momento específico, tenemos muy presente en nuestras vidas. Nos hemos dejado acompañar en este camino, algunos han experimentado esto de una forma más larga durante todo su recorrido escolar y otros lo hemos vivido simplemente estos dos últimos años, pero es algo que nos llevaremos todos por igual siempre en nuestro corazón.
Abarcan desde el planteamiento de una senda, en la que te ves solo y te dejas guiar al igual que el Principito con el Zorro, hasta extremos como la agonía de la búsqueda constante de un sentido vital. Estas columnas no nos representan solo a nosotros, sino también al colegio y a los profesores que han hecho de este inicio de nuestras vidas , un camino que ahora tiene sentido y sabemos cómo afrontar.
Trabajo fin de curso Bachillerato Artes
Texto: Claudia S.G. alumna de Bachillerato
