En todos estos años que he vivido en el colegio
me he sentido en familia
y para mí es un privilegio.
El Colegio San Ignacio me ha enseñado mis valores,
no solo números y letras
sino a ver los corazones.
Con mis buenos amigos compartimos alegrías,
también éxitos, fracasos,
mientras descubrimos la vida.
Desde 1964 somos muchos los que estamos
disfrutando cada día
con Jesús a nuestro lado.