Uno de los grandes pilares que sustentan nuestro Proyecto Educativo es la apuesta por la internacionalización. Y es precisamente esa apuesta, la que pone en marcha el complicado engranaje de gestión, comunicación, logística, etc con el objetivo de poder ofrecer a nuestros alumnos, un completo programa internacional lleno de de actividades, retos y oportunidades para el curso 23-24.
El pasado 15 de septiembre el departamento internacional llevó a cabo una sesión informativa con los alumnos de ESO y Bachillerato, para presentarles el programa de actividades previsto, el calendario de viajes, el perfil del alumno Erasmus y la gestión de candidaturas.
El curso comienza con un primer viaje a la isla de Lampedusa el próximo 28 de septiembre, donde 8 alumnos de 2º de Bachillerato acompañados por dos profesores, trabajarán la realidad de la migración de la mano del Comittato 3 ottobre y realizarán un intercambio cultural con los alumnos y familias de acogida del Liceo Pirandello.
Permaneced atentos a todas las novedades que os iremos contando.
El inicio de curso supone para muchos un momento lleno de expectativas, incertidumbre, ilusión, temor, sorpresa. En muchos casos, supone el reencuentro con amigos, en otros, un comienzo en un entorno nuevo y desconocido.
Las convivencias de inicio de curso persiguen un objetivo claro, fomentar la unidad, el descubrimiento, el sentido de pertenencia, el reconocimiento de uno en el otro. Por eso y durante el mes de septiembre, nuestros alumnos más mayores, van a disfrutar semanalmente de una jornada donde poder experimentar todo esto, haciendo suyo el lema de este curso, «Un solo corazón».
Daniela, Inés y Lucía (DIL) son tres alumnas del Colegio San Ignacio de Loyola a las que conocimos hace algo más de tres años cuando, movidas por su sensibilidad en el cuidado del planeta, decidieron poner en marcha una preciosa iniciativa que a día de hoy nos sigue interpelando a cada uno de nosotros.
Su «ONG», como a ellas les gusta llamar a este proyecto, nació con pequeños gestos en el colegio, mediante el diseño y colocación de carteles que apelaban a la sensibilidad de compañeros y profesores por el cuidado de los recursos naturales y el reciclaje.
Con su lema «DILe al mundo que es posible«, siguieron dando pasos presentando su proyecto entre compañeros de etapas superiores o en el claustro de profesores del colegio, hasta llegar hace dos años hasta el Vatican News que se hizo eco de su iniciativa.
Hoy, estas pequeñas mujercitas que ya cursan 1º de ESO, siguen pensando que un mundo mejor es posible y que cada gesto nuestro cuenta. Así lo han contado en el Tiempo de la Creación, un espacio de TRECE TV dirigido por Irene Pozo y con la colaboración de Ana Medina, donde las tres amigas y su mentor, el Padre Ignacio Serrada, fueron invitados al programa para hablar sobre el proyecto.
Ojalá el efecto multiplicador de DIL nos haga recordar cada día que «este planeta es nuestra casa, la casa de todos y por tanto debemos cuidarla juntos.»
Se trata de un reconocimiento a la sensibilidad por el arte, manifestada por los alumnos de 4º de Primaria durante su visita al museo el pasado curso.
A lo largo de la exposición, los jóvenes visitantes interactuaron con las diferentes obras expuestas, mostrando su capacidad de asombro ante las posibilidades interactivas de las obras y su sensibilidad por la belleza, los detalles y el ingenio, lo que les ha llevado a ser seleccionados para participar en una nueva iniciativa propuesta por el museo. Se trata de aplicar la creatividad para, trabajando el color y diferentes técnicas de manipulación de materiales, pintar y decorar una menina que el museo enviará al colegio los próximos días y que tras su decoración será expuesta por las calles de Madrid.
Nuestros jóvenes artistas cuentan ya con la experiencia adquirida en el proyecto realizado durante el pasado curso, que les llevó a realizar diferentes meninas móviles y tridimensionales, aplicando los conocimientos adquiridos en la aplicación y uso de los colores.
Permaneceremos muy atentos a la llegada de nuestra menina San Ignacio a la que acompañaremos durante su proceso de transformación y exposición posterior por las calles de Madrid.
Los alumnos de Primaria, aprovechan los primeros días de curso para interiorizar el lema que nos acompañará los próximos meses. Con un mismo latido, hacemos nuestro el proyecto que nos ayudará a crecer.
El Colegio San Ignacio de Loyola, ha sido elegido para formar parte del Programa Piloto de Auxiliares de Danza en Primaria, como parte del Plan Integral de Danza. Este se pone en marcha con la colaboración de una primera selección de centros de toda la Comunidad de Madrid, para extenderlo, a partir del curso que viene, de forma masiva.
Como participantes en este programa piloto, pionero en España, nuestro colegio tendrá la oportunidad de contar con el apoyo de un auxiliar de danza, egresado de los conservatorios profesionales de danza, que asistirá al profesor de música de primaria en la impartición de los contenidos referentes a la danza, durante una de las dos horas semanales del Área de Arte.
Este Plan busca fomentar el conocimiento y la difusión de la danza, el folclore y la cultura popular, que van siempre de la mano de la música, las canciones y los juegos populares; y se busca así mismo combatir el sedentarismo infantil, la obesidad, el riesgo de depresión, y aislamiento, trabajar la motricidad de los alumnos en años clave, al tiempo que se forman nuevos públicos, se descubren vocaciones y talentos.
Un año más el colegio ha abierto sus puertas para recibir a los primeros alumnos que se incorporaban para comenzar el nuevo curso.
Por delante muchos meses donde no van a faltar nuevas nuevas propuestas educativas, proyectos apasionantes, muchos retos, amigos, convivencia y mucha mucha diversión.
Bajo el lema del curso, «Un solo corazón», todo el equipo San Ignacio os desea una feliz vuelta a casa, ¡comenzamos!
«Os daré un corazón nuevo, y os infundiré un espíritu nuevo; arrancaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Os infundiré mi Espíritu, y haré que caminéis según mis preceptos, y que guardéis y cumpláis mis mandatos” Ez. 36, 26-27
«Pondré mi ley en su interior y la escribiré en sus corazones: yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo» (Jer. 31, 33)
El corazón da vida a todo el cuerpo. Ninguno de nosotros está haciendo ahora ningún esfuerzo muscular para que su corazón lata. Sin embargo, cada latido llega hasta la última célula de nuestro cuerpo. Aun teniendo dos ojos, dos oídos, brazos y piernas, tenemos un solo corazón que extiende su energía por todo el organismo humano. Pero si ya estamos hechos así ¿a qué nos referimos cuando hablamos de un solo corazón?
En la tradición hebrea el corazón no es solo el sentimiento. Con frecuencia usamos expresiones como “hacer algo de corazón” o “recibir a Jesús en el corazón”. Si las decimos dentro de nuestra tradición, el corazón hace referencia tanto a la razón como a la voluntad, la inteligencia como el afecto, la sabiduría y el sentimiento, unidos en un mismo órgano que bombea al unísono a todo el cuerpo. Teniendo esas dos vertientes, las dos grandes potencias del acto humano, tienen como origen un único corazón.
Por tanto, cuando hablamos de corazón no nos referimos solo al órgano biológico. Nos referimos especialmente a todas las evidencias que se ponen en juego cuando realizamos un acto verdaderamente humano, usando simultáneamente razón y afecto. “Pondré mi ley en su interior y la escribiré en sus corazones: yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo” (Jer. 31, 33). El corazón es la huella de lo divino que hay en nosotros. No se trata de una ley esculpida en piedra que recibió Moisés en el Monte Sinaí. Ese decálogo era necesario para descubrir dentro de nosotros el criterio objetivo de nuestra humanidad. “El que cree en mí; como dice la escritura, de sus entrañas manarán ríos de agua viva” (Jn 7, 38). En cada uno de nosotros está la huella objetiva de lo divino, en nuestro corazón. Creado a imagen y semejanza de Dios, el hombre tiene un sentido religioso que ninguna ideología nihilista podrá jamás extirpar su anhelo infinito. (Experiencia de madre Elvira al abrir la casa del primer cenáculo: ¿qué hacéis?”)
Esto determina nuestra acción educativa. Todo encuentro que sea verdaderamente humano (por tanto educativo) saca a la luz ese corazón infalible. En nosotros y en los chicos (Como cuando los chicos de FP miran a hurtadillas lo que los profesores están celebrando a las puertas de la iglesia. Como cuando los ojos de nuestros alumnos miran cómo nos tratamos, cómo nos relacionamos, cómo afrontamos la vida. “Cor ad cor loquitur” (J. H. Newman) solo el corazón puede hablar al corazón, no existe otro modo de comunicarse con otros sino a través de nuestra naturaleza signo potente de lo divino en el hombre. El mismo corazón de Dios ha sido desvelado en esa relación manifestada en la cruz de Jesús que atraviesa su costado derramando su espíritu a todos los hombres en obediencia al Padre.
Un solo corazón muestra la unidad original que San Ignacio de Loyola descubre al ser herido grave en Pamplona entrando por sus heridas la única relación por la que merecía la pena dar su vida. Había querido hacer carrera en la corte, había querido hacer carrera en la milicia, había cortejado a muchas mujeres. Vuelve fracasado a su casa en Loyola donde todavía hoy podemos visitar la habitación de su conversión.
Todos nuestros proyectos se disuelven ante ese corazón infinito del hombre que a través de sus propias heridas, (cada uno tenemos las nuestras, todos sabemos por dónde supura la herida) entra en relación con el misterio de Dios (el lugar privilegiado del encuentro con Dios son nuestros pecado, Francisco). Solo es posible educar poniendo en juego nuestro propio corazón necesitado del divino maestro dando consistencia a todo nuestro actuar. Si aprovechamos nuestras propias heridas humanas para que entre la gracia, posibilitaremos que también los chicos abran su humanidad al encuentro. Solo si nosotros estamos abiertos a través de nuestras propias heridas en nuestra tarea docente, provocaremos que también los chicos de acuerdo a su edad -los niños tienen una apertura original- descubran ese corazón que les une a la comunidad educativa, a todo hombre de cualquier raza y condición. ¡También en las relaciones entre nosotros! A este nivel humano, podremos descubrir también entre nosotros un solo corazón que nos permite educar juntos. Unidos por esta objetividad de Dios en nosotros -corazón- todo nuestro sacrificio dará fruto: “que sean uno, para que el mundo crea” (Jn. 17, 21).
Organizado por la Universidad Autónoma de Madrid, se trata de un campus que nace con el objetivo de promocionar la ingeniería entre las estudiantes de ESO, ya que se trata del sector más importante en términos económicos y con mayor influencia en los cambios de la sociedad.
El campus “Engineering Girl” del proyecto “Quiero Ser Ingeniera” EPS-UAM, comenzó el lunes 26 de junio en la Escuela Politécnica Superior de la Universidad Autónoma de Madrid.
El Colegio San Ignacio cuenta con la representación de varias alumnas que, interesadas en la materia, disfrutarán durante una semana, de numerosas actividades relacionadas con la robótica, los videojuegos o la edición de imagen.
La XI Promoción de Bachillerato del Colegio San Ignacio aprueba la EvAU 2023, con las mejores cifras de su historia.
13,64 nota más alta de alumno San Ignacio
10 alumnos con nota igual o superior a 13
7,25 de media en fase general
Por este motivo recibe por tercer año consecutivo, el reconocimiento de la UC3M, como uno de los 25 centros adscritos a esta universidad, cuyos estudiantes han obtenido las mejores puntuaciones en el Bloque Obligatorio de la Evaluación para el Acceso a la Universidad.
La ceremonia de entrega de diplomas será el próximo 23 de junio a las 11:00h en el edificio Rectorado del campus de Getafe de la Universidad.
El esfuerzo y el sacrificio dejan sus frutos. ¡Enhorabuena a todos!
El pasado día 14 de junio las puertas del Teatro Fernández-Baldor, se abrían para acoger a los alumnos, profesores y familias interesados en conocer el proyecto Erasmus+ que el Centro ha puesto en marcha a lo largo del curso 22-23.
152 movilidades a lo largo de los últimos meses del año, han situado al Colegio San Ignacio, en el número 1 de colegios con ese número de movilidades en proyectos Erasmus.
El acto, liderado por los profesores que han impulsado el proyecto, hizo un repaso por algunos de los hitos más relevantes del curso, dejando un espacio para que algunos de los alumnos que han participado en los proyectos Erasmus, contaran desde su experiencia qué ha supuesto para ellos una vivencia de este tipo.
El acto finalizaba con el reconocimiento al trabajo de Giovanni Alario, Director de Formación e Innovación del Centro y principal impulsor de la experiencia Erasmus y con la entrega de premios a los alumnos ganadores del concurso fotográfico que recogían con sus trabajos, los mejores momentos de los viajes por diferentes países de Europa.
Puedes ver un resumen fotográfico del acto, siguiendo el enlace.
El último viaje Erasmus del curso 22-23 ha llevado a un grupo de alumnos hasta la ciudad italiana de Pesaro.
Organizados en dos comisiones de trabajo, el grupo científico ha realizado diferentes trabajos experimentales de laboratorio con el ADN, mientras el grupo artístico participaba activamente en el musical «Sempre per sempre», protagonizado por los alumnos del Marconi School Musical. Algunas de nuestras alumnas ayudaban en los preparativos del backstage, mientras otras participaban en algunas coreografías del musical.
Además, a lo largo de la semana, han llevado a cabo diferentes actividades lúdicas y culturales por diferentes lugares de Pesaro y alrededores, como la visita al Museo cívico, la ciudad de Urbino o la Sonosfera dedicada a la divulgación científica del cambio climático a partir del estudio de los sonidos de la naturaleza.
Algunos de nuestros protagonistas hablan de lo que ha supuesto para ellos esta experiencia.