¿Es posible la Concordia?, ¿ceder es un bien? Encuentro con Adolfo Suárez Illana
El más fuerte siempre tiene que ceder antes y más que el más débil
Sereno, cercano, humilde, sencillo, de ideas claras y vivencias intensas. Sin pretenderlo ni quererlo, Adolfo Suárez Illana atrae, retiene, despierta la curiosidad cuando habla de su historia, la historia de España y de la transición, de la que su padre fue protagonista.
Un encuentro histórico entre el político y los alumnos de secundaria y bachillerato inmersos en el conocimiento de este interesante momento histórico en la vida de España.
Suárez Illana responde a las preguntas de los allí presentes, sumando a los hechos y cómo sucedieron, su perspectiva personal, su vivencia de los acontecimientos y su conocimiento de los protagonistas, Adolfo Suárez González, Santiago Carrillo, Franco…
Pero Suárez no se limita a narrar la historia, sino que conociendo los detalles, los entresijos, las conversaciones, los encuentros que tuvieron lugar a lo largo de todos esos años, habla de sus protagonistas analizando comportamientos, actitudes, valores y haciendo extensible todo lo positivo de ellos y su vivencia a cualquier aspecto de la vida y a cualquier persona. “No puede haber un gran político si no hay una gran persona detrás. No puede haber una gran persona sin un entrenamiento previo”. Para Suárez el camino es muy corto y “solo depende de nosotros equilibrar la balanza del corazón en uno u otro sentido, apostando o por el sentimiento más excelso o por la más repugnante de las acciones”.
A lo largo de su exposición fueron muchos los valores que relucieron como importantes en el terreno político: el compromiso, los objetivos, la humildad, el respeto. “Precisamente en el respeto está la clave de la convivencia y la convivencia es a lo único a lo que no podemos renunciar”.
Según él, en política ya está todo inventado. No hacen falta genios, sino gente honrada, comprometida y humilde que se aferre a la columna de sus principios y no se tambalee. “La política no es más que ordenar las relaciones humanas y dirigirlas”.
Aférrimo defensor de la diversidad, Suárez Illana cree que a través de ella, las personas crecen. “Debemos ser capaces de convivir a través del disenso y la única cosa sobre la que debemos estar de acuerdo es en el deseo de convivir en libertad. Cualquier sueño es posible y legítimo, pero no lo es imponérselo a los demás”.
Gracias Suárez Illana por esta histórica lección sobre nuestros orígenes, nuestra vida y sus protagonistas, pero sobre todo por tu generosidad al compartirla con nosotros.