Coincidiendo con el final del Plan Estratégico puesto en marcha hace cuatro años, el pasado mes de marzo se puso en marcha la iniciativa «Sueña San Ignacio», un encuentro entre familias, alumnos y personal San Ignacio para compartir y proyectar aquello que soñamos para los alumnos y que definirá el próximo Plan Estratégico.
Los pilares sobre los que se centró esa «lista de deseos» fueron:
FORMACIÓN. Una buena formación académica, donde se contemple el desarrollo de todo el potencial de los alumnos, así como los idiomas y la competencia matemática. Las familias también quieren su papel protagonista en este apartado formativo, al demandar formación específica para padres y madres en materia de educación y acompañamiento a los hijos en sus diferentes etapas.
VALORES: como la empatía, la acogida, el respeto, la generosidad, la protección del vulnerable, la sostenibilidad.
IDENTIDAD. La identidad San Ignacio debe caracterizarse por una mirada de unidad, de fe, de experiencia de amor; por la generosidad, la humanidad, la capacidad de agradecer y apreciar la belleza; por acoger la diversidad; por la cercanía y el acompañamiento personal.
COMPETENCIAS. Entre las competencias demandadas por las familias destacar entre otras, el trabajo en equipo, la inteligencia emocional, la flexibilidad, la empleabilidad, la capacidad de esfuerzo, el pensamiento crítico, la competencia lingüística, digital, la resiliencia, el cuidado personal.
VIVENCIAS. En San Ignacio queremos que los niños y jóvenes experimenten el amor, la amistad, la felicidad, el acompañamiento, el orgullo de pertenencia, el sentimiento de familia, hogar y que sus referentes y sus recuerdos San Ignacio vivan con ellos a lo largo de su vida.
¿Qué retos abordará el Colegio los próximos años?
RETOS FORMATIVOS. El centro debe preparar a sus alumnos académicamente para su futuro desempeño profesional y la consecución de los objetivos de marca que ellos se impongan; el desarrollo de la competencia lingüística, artística y la experiencia internacional; la innovación permanente; la adaptación mantener al día de las metodologías que responden a las necesidades y objetivos del proyecto educativo.
RETOS COMO PARROQUIA. Como centro diocesano, el colegio debe dar a conocer a Dios, buscar la verdad, vivir a la luz del Evangelio, favoreciendo las vocaciones, cuidando de las familias, propiciando modelos y referentes.
RETOS COMO EDUCADORES. Buscando y propiciando que cada uno saque lo mejor de sí mismo, favoreciendo la inclusión, trabajando hacia la personalización, fomentando el respeto, el acompañamiento y la orientación académica. Proporcionando emociones positivas en niños, jóvenes y familias.
RETOS DEL MUNDO. Algunos de los más significativos que se recogieron fueron, la desestructuración de las familias, el relativismo, el individualismo, el cuidado de la casa común, la defensa de la vida, la protección de los niños y jóvenes frente al acoso, la hipersexualización, la gestión de la incertidumbre.
Tras esta profunda reflexión, el Equipo Directivo empieza a diseñar las líneas del nuevo plan estratégico sin perder de vista que lo decisivo de la educación somos los adultos, padres, profesores y personal no docente que vivimos en primera persona todas las grandes preguntas que queremos despertar en nuestros alumnos: ¿Quién soy yo? ¿Adónde miro? ¿Qué propongo? ¿Qué significado le doy a mi vida?
Estamos convencidos de que solo enseña quien aprende y vive abierto al encuentro educativo.