Con el Miércoles de Ceniza comienza la Cuaresma, un periodo de 40 días que para los católicos supone unos días de preparación hacia la Pascua o Resurrección de Jesús.
Con la cruz que el sacerdote nos hace el miércoles de ceniza, tomamos conciencia del gran acto de amor ejecutado por Jesús y nos compromete a acercarnos a Dios a través de las buenas obras que podamos llegar a hacer con nuestro prójimo (amigos, familiares, vecinos, compañeros…) y de los actos penitenciales y de reconciliación con Él.